jueves, 3 de septiembre de 2015

Corrupción e impunidad a propósito de la situación en Guatemala.

Corrupción e impunidad: Manoseo de los términos según el código moral de EEUU.


Con el escenario de fondo Guatemala, Estados Unidos vuelve a hablar de corrupción e impunidad. Llevo 71 años viendo y oyendo el discurso falso de todas las autoridades norteamericanos que tuve oportunidad de sufrir, desde Ike Eisenhower hasta hoy. Claman y reclaman por lo que dicen hacer, pero no se les enrojece el rostro ni un poquito por lo que realmente hacen. 
¿Existe alguna expresión más terrible de corrupción que todos los gobiernos de Estados Unidos hayan destinado ingentes fondos provenientes de los impuestos a los ciudadanos norteamericanos con el único y avieso propósito de liquidar a la Revolución Cubana y sus dirigentes mediante una disidencia insignificante y asalariada? Como pequeña muestra, para este año, los 20 millones que se dedicaron a la subversión en Cuba el pasado año, se han elevado a 30 millones, en medio de los procesos de restablecimiento de las relaciones.

Y lo segundo donde quiero hacer foco es en el tema impunidad. Es increíble el cinismo con que hablan de rechazar la impunidad como si, y con solo un ejemplo basta, la explosión de dos bombas atómicas sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, que hicieron desaparecer en segundos se estima que no menos de doscientas mil personas y jamás se ha oído ni escrito una palabra para juzgar y sancionar al agresor que haya concretado algo. Con el silencio cómplice por parte de las autoridades de la ONU, y el temor por parte de una buena parte de los gobiernos en cada etapa de su larga historia de fechorías, los Estados Unidos son, de largo, el país cuyos gobernantes no deberían ni abrir la boca cuando se habla de corrupción e impunidad.