Un
comentario sobre la Declaración del Buró Nacional de la Asociación Nacional de Agricultores
Pequeños (ANAP) frente a medida del gobierno de EE.UU.
EXPORTAMOS CAFÉ. NO SE VENDE DIGNIDAD.
El pasado 22 de abril, el Departamento de Estado anunció la
decisión de incluir el café en la lista de productos cubanos producidos por el
sector no estatal, que se permitiría sean importados en ese país. Con esta
acción se daba continuidad a una medida adoptada por el gobierno de los Estados
Unidos en febrero de 2015, autorizando exportaciones cubanas muy limitadas, que
excluyeron todos los bienes y servicios producidos por empresas estatales.
Si usted es un lector promedio, con una información promedio
acerca de cómo funciona el acontecer del mundo contemporáneo, puede pensar con
toda razón que el Dpto de Estado, la Casa Blanca, el @POTUS, y todo el aparato
estatal de los EEUU están “con reales intenciones de normalizar las relaciones
con Cuba”, sobre todo si se concentra en mirar en las declaraciones solo las “relaciones”
Cuba EEUU y no se toma el trabajo de ver por donde andan las relaciones de EEUU
con el resto del mundo. Una palabra saltaría a la vista: hegemonía.
Pero leer un párrafo no es suficiente para enterarse de “todo
lo demás”. Veamos que nos trae ese “todo
lo demás”.
Para empezar tomemos nota de lo que el Dpto de Estado de EEUU aclaró
para hacer la declaración más puntual:
-
“los empresarios cubanos tienen que demostrar su independencia
del Estado”.
Esta expresión puede
para algunos restringirse a un criterio de calidad del producto. Si usted es de
lo que piensa eso empezaría por sugerirle un test de inteligencia, o mejor aún,
un test de patriotismo, con algunas preguntitas sobre Historia de Cuba,
incluidos por supuesto los últimos cien añitos.
El propósito, dice el
comunicado del Dpto de Estado, es:
- “apoyar la capacidad del
pueblo cubano para lograr un mayor control de sus propias vidas y determinar el
futuro de su país”.
¡Fabuloso! ¡Qué solidaridad! ¡Cuánta nobleza! ¡Qué Gesto!
Lo que no se dice, se esconde, se escamotea al lector, es que, en
virtud del bloqueo estadounidense, que se mantiene INTACTO, cualquier producto cubano que se
quiera exportar a los Estados Unidos, además de los permisos correspondientes,
tiene que pagar las más altas tarifas de aduana, lo cual hace prácticamente
imposible su exportación a ese país por un productor aislado.
Nadie, en su sano
juicio, puede pensar que un pequeño productor agrícola puede exportar directamente
a los Estados Unidos, pues no solo son operaciones que generalmente se llevan a
cabo a través de empresas de comercio exterior y lo más importante, significan
operaciones y transacciones financieras en dólares, actualmente monitoreadas,
espiadas y frecuentemente expropiados esos recursos en el marco del bloqueo.
Sin ser muy ducho
en temas políticos, sin ser “fan a muerte” de la Revolución Cubana, usted
lector amigo muy pronto se dará cuenta de estas realidades que se esconden en las declaraciones citadas:
-
Desconocer y como menos ignorar el papel del
estado cubano en precisamente crear las condiciones y acompañar durante más
de 50 años los procesos para que existan productores no solo de café, desde que en la
temprana fecha de 1959 se firmó por el Comandante en Jefe Fidel Castro la Ley
de Reforma Agraria, que dentro de 7 días cumplirá 57 años de firmada (17/05/1959).
-
Pretender distanciar de su Estado al
campesinado cubano, que para nuestra honra proveyó a la Patria de líderes y héroes desde la
lucha contra la colonización española primero, y contra la dominación abierta o
solapada de los Estados Unidos sobre Cuba después. Por solo mencionar dos
nombres, Antonio Maceo y Jesús Menéndez, sin olvidar el papel del campesino cubano en las filas del Ejército Rebelde, aquel que con menos de 3 mil hombres derrotó a los 30 mil del ejército de la dictadura, armado, entrenado, y avituallado por los EEUU, con lo que defendía su posesión de casi las tres cuartas partes de las tierras cultivables de Cuba mientras nuestro campesinos eran desalojados y hasta asesinados.
-
El anuncio es, en resumen, la manifestación clara,
abierta y sin paños tibios de cuál es el real significado de su “cambio de táctica”, y cuáles son sus medios sutiles (si es necesario, violentos) que emplea para “conseguir el mismo objetivo”, que no tiene nada que
ver con la “libertad, y los derechos humanos” y el resto de otras lindas palabras, sino dividir al pueblo, desintegrar la obra, desmantelar la Revolución Cubana, destruir todo lo que el pueblo
cubano precisamente ha alcanzado en materia de libertad y derechos humanos.
Si en realidad el Gobierno de los Estados Unidos quisiera hacer
algo por el pueblo cubano debería: levantar definitivamente
el bloqueo económico, comercial y financiero, impuesto a Cuba desde hace más de 50
años, que es el principal obstáculo para el desarrollo del país.
Por lo demás, hasta
ahora, y así seguirá siendo, Cuba, el Estado Cubano, la Sociedad Cubana, sus
hombres, mujeres y niños, sus obreros, sus campesinos, sus profesionales, los
jóvenes y los viejos, sus dirigentes, mucho más bien que mal han permitido, que
la Patria resista y se mantenga, como alguna vez se dijo, como Faro de Luz para
toda nuestra América.
Si no está de acuerdo con lo expresado, argumente. No ofenda, insulte, denigre, pues pierde su tiempo y además reafirma su propia condición:
"Los hombres que no tienen fe en su Patria, son hombres de siete meses." José Martí.