miércoles, 8 de abril de 2015

 Al perro huevero...

Por Lic. Elio R. García Reyes



Cuando el 17 de diciembre, simultáneamente en La Habana Raúl Castro y en Washington Barack Obama, declaraban el inicio de conversaciones, una vez que Estados Unidos reconoció que “los métodos” que habían utilizado todas las administraciones demócratas y republicanas para subvertir el orden existente en la Isla durante más de 50 años (en realidad son muchos más), muchos expresaron un gran  júbilo en el mundo, y es posible que particularmente en Cuba y también en Estados Unidos. Dos compañeras de trabajo fueron las que me dieron la noticia en horas de la tarde de ese día 17, muy esperanzadas y contentas, aludiendo especialmente al tema del bloqueo.
Ellas estaban muy contentas pero yo no.
En ese mismo instante les expresé lo siguiente: “Si eso fuera verdad (las declaraciones de Raúl y de Obama), les puedo asegurar que la esencia de todo, el bloqueo en estos 50 años, se quedara igual porque Obama no tiene la potestad de quitarlo. Es una ley del Congreso, y estando éste en manos de los republicanos, no es algo que pueda ni siquiera soñarse”.
Obama, y el documento escrito publicado por la Casa Blanca, que ese mismo día pude bajar de internet, no dejaban lugar a dudas: Lo que dijo Obama y puso en blanco y negro la Casa Blanca era que los métodos” empleados por EEUU no habían dado “los resultados” esperados, y que ellos (el gobierno de EEUU) continuarían con su “objetivo perdurable”, que no es otra cosa que poner en palabras tan elegantes como confusas, que seguirían con su política injerencista para cambiar el orden en Cuba con el viejo, hipócrita y colonialista discurso de la democracia y los derechos humanos. El burro hablando de orejas.
Pero si todavía algunos conservan la esperanza de que “al fin Estados Unidos se da cuenta que tiene que cambiar su política hacia América Latina” no hizo falta nada más que esperar apenas dos meses, para ver la última joyita, el más reciente disparate en política internacional: Venezuela es una amenaza a la seguridad nacional de Estados Unidos. Si no fuera por lo serio del asunto daría risa. Y es serio porque ya estamos acostumbrados que cuando declaran esa clase de porquerías, poco después vienen los bombardeos y los marines.
¿Es que acaso Obama, sus asesores y el establishment son tontos, ignorantes, desinformados? No señor, no es eso. Es pura tozudez, puro hegemonismo, puro neocolonialismo y también pura improvisación política, porque pretenden hacer con Venezuela lo mismo que han estado haciendo con Cuba por medio siglo. Los mismos “métodos” cavernícolas que conociendo al pueblo de Bolívar les darán los mismos “resultados” que tuvieron y merecieron en Cuba. Yo creía haber visto el colmo del ridículo pero no fue así.
Y como bien el español nos provee de magníficas y lapidarias frases, voy a usar una de ellas que no puede ajustarse mejor al caso: “Al perro huevero, aunque le quemen el hocico”.

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