Por Elio R. García
Siempre, sin excepción, los amos
del imperio, actúan con absoluto desprecio de la soberanía de cualquier país
que ose ejercerla. Nicaragua no podía ser la excepción, y como siempre por
muchas razones que no son de hoy, sino de larga data, las elecciones presidenciales
del hermano país centro americano, reciben la “evaluación”, “reprimenda”,
“censura” y “amenazas” del Tío Sam, que finalmente no es ni pariente lejano, en
la boca del vocero del Departamento de Estado, Míster Mark Toner.
Si no fuera una abierta grosería
escupida sobre un país soberano, las declaraciones dichas por el vocero, pero
redactadas por esa urdimbre que actúa detrás de todo el aparato estatal
norteamericano, merecería la burla y hasta la carcajada. Veamos.
“Estados Unidos está
profundamente preocupado por el defectuoso proceso electoral presidencial y
legislativo en Nicaragua…”
Si no le pedimos permiso, si no le “consultamos” cómo
deberíamos hacer las elecciones, o mejor aún, si todavía no nos hemos dado
cuenta de lo fabulosas que son las elecciones en Estados Unidos por lo cual
deberíamos imitarlos, entonces el amo nos regaña, y promete castigos por hacer cosas defectuosas.
Pero francamente, poner o tomar como ejemplo las elecciones
y las campañas que preceden ese día, al estilo de Estados Unidos, no solo sería
una vergüenza sino el peor desatino que podíamos cometer. ¿Acaso ésta y cada
una de las anteriores campañas y elecciones en Estados Unidos han sido muestra
de democracia, cordura, interés por servir a la nación, programas, proyectos?
Evidentemente no. Parece más una comedia burlesca, un vodevil, un sainete.
Por un lado un energúmeno despotricando contra los
inmigrantes, proponiendo estupideces como el famoso muro, que además pretende
lo paguen los perjudicados, los escándalos por su trato hacia las mujeres, la
ostentación sobre su poder financiero y sin embargo está acusado de evasor
reiterado de impuestos.
Por el otro una mujer que como Secretaria de Estado
prácticamente intentó, y con algún éxito, revivir la Guerra Fría, y que como su
igual y contendiente, despotrica también, pero esto es mucho más serio pues
ofrece, “rodear a Rusia y a China con sus cohetes”, por decir solo una de las
lindezas que se le ocurren. Si la Thatcher fue apodada la Dama de Hierro, esta
versión corregida y aumentada, parece poseer la dureza de las aleaciones dignas
de las naves espaciales.
Y cuando los dos se encuentran en los “debates”, un show
tipo reality sin censura y pensado solo para público adulto, nos lo venden como
el cuento de la Caperucita Roja cuando más bien parece una mezcla de Chuky y El
Exorcista. Nada proponen, solo se la pasan sacándose trapos sucios, y nada nos
puede llevar a creer en uno o en la otra, ya que a simple vista son
manipulaciones del novísimo marketing, donde sí se aprecia en todo su esplendor
“lo realmente defectuoso”, no solo su
proceso eleccionario, o de sus contendientes, sino del sistema completo, esa
entelequia que se llama democracia al estilo USA.
“Antes de las
elecciones, el gobierno nicaragüense marginó a los candidatos de la oposición,
limitó la observación interna en las urnas y el acceso a la cedulación... La
decisión del gobierno nicaragüense de no invitar a observadores electorales
internacionales independientes degradó aún más la legitimidad de las
elecciones.”
El conejo hablando de orejas. Así que Nicaragua marginó a
los candidatos de la oposición. Veamos. Resulta que como mínimo en estas
elecciones de EEUU se presentaron otros doce candidatos. ¿Recuerdan haber oído
siquiera un nombre, un programa, un proyecto, siquiera una aparición, con la
excepción del Bernie Sanders, a quien
para colmo se le aplicó una zancadilla por las mismas gentes del Partido Demócrata
debido a sus ciertos olores “socialistas”?
¿Por qué Estados Unidos se cree con el derecho a cuestionar
que un país soberano como Nicaragua no haga las cosas al estilo USA? ¿Con qué
derecho pueden criticarlo por no haber invitado a observadores electorales
internacionales (y ahora viene la palabra clave) “independientes”? Latinoamérica sabe bien el significado que tiene
esta última palabra en la estrategia gringa
de dominar el mundo.
“Seguimos presionando al gobierno nicaragüense
para que mantenga prácticas democráticas como la libertad de prensa y el
respeto a los derechos humanos universales en Nicaragua, en consonancia con las
obligaciones compartidas de nuestros
países bajo la Carta Democrática
Interamericana.”
Prácticas democráticas como la libertad de prensa según la
visión EEUU, que no es otra cosa que la libertad de empresa, cuyo fin es el
lucro y no la información, la libertad del dueño de los medios de decir lo que
les parezca y convenga a sus intereses y propósitos, todos los que estén bajo la
sacrosanta sombrilla de la SIP (Sociedad Interamericana de Prensa) también
conocida como el Sindicato de los Dueños.
¿Derechos humanos? El día que Estados Unidos inaugure la
atención a los DDHH en su territorio nacerá una serpiente de un huevo de águila.
(Gracias querido Maestro)
Y llegó por fin, lo que faltaba, la amenaza. Nicaragua,
ahora bajo escrutinio del amo perfecto, la democracia perfecta, los líderes
perfectos, las bombas, fusiles, tanques, cohetes y aviones perfectos, está obligada
a obedecer las instrucciones del imperio so pena de que le apliquen la
Carta Democrática Interamericana.
Confieso que no he leído íntegramente la susodicha Carta,
pero hasta donde a saltos he leído, es una especie de corpiño bien apretado al
que estamos sometidos por obra y gracia de los Estados Unidos y una buena
cantidad de genuflexas momias, con contadas excepciones en minoría que no
fueron tomadas en cuenta. ¿Dije corpiño? Me equivoqué, quise decir grillete.
“Estados
Unidos mantiene una fuerte alianza con el pueblo de Nicaragua. Seguiremos
trabajando a favor del pueblo de Nicaragua para lograr una Nicaragua más
próspera, segura y democrática.”
¿Cómo dijo? ¿Fuerte alianza con el
pueblo de Nicaragua? Este señor está perdido. Vocero, la fuerte alianza del
pueblo de Nicaragua es con su Gobierno Sandinista, usted se quedó en 1855 con
Guillermo Caminante, o William Walker como usted quiera, pero no se olvide de buscar
otro nombre, Augusto César Sandino, le recomiendo esa lectura. ¿No le resulta
familiar la palabra Sandinistas?
Y preparados hermanos
nicaragüenses, el Vocero anunció que “seguiremos trabajando… para lograr una Nicaragua más próspera, segura y democrática” faltó decir subordinada a nuestro gusto e intereses.
Conocemos al pájaro, conocemos su deposiciones, tratarán de quebrarla, enviarán sus "contratistas" a crear inseguridad, y llenarán los bolsillos de sus testaferros, demócratas y neoliberales con billetes verdes para comprar una democracia al estilo y semejanza de los deseos de Washington. Así
que ya saben, lo dijo el enviado del Emperador, tendrán injerencia para rato,
porque éste, como el perro huevero,
aunque le quemen el hocico.