miércoles, 9 de noviembre de 2016

El Imperio Ataca... nada nuevo, como siempre.


 
Por Elio R. García 

Siempre, sin excepción, los amos del imperio, actúan con absoluto desprecio de la soberanía de cualquier país que ose ejercerla. Nicaragua no podía ser la excepción, y como siempre por muchas razones que no son de hoy, sino de larga data, las elecciones presidenciales del hermano país centro americano, reciben la “evaluación”, “reprimenda”, “censura” y “amenazas” del Tío Sam, que finalmente no es ni pariente lejano, en la boca del vocero del Departamento de Estado, Míster Mark Toner.
Si no fuera una abierta grosería escupida sobre un país soberano, las declaraciones dichas por el vocero, pero redactadas por esa urdimbre que actúa detrás de todo el aparato estatal norteamericano, merecería la burla y hasta la carcajada. Veamos.
Estados Unidos está profundamente preocupado por el defectuoso proceso electoral presidencial y legislativo en Nicaragua…”
Si no le pedimos permiso, si no le “consultamos” cómo deberíamos hacer las elecciones, o mejor aún, si todavía no nos hemos dado cuenta de lo fabulosas que son las elecciones en Estados Unidos por lo cual deberíamos imitarlos, entonces el amo nos regaña, y promete castigos por hacer cosas defectuosas.
Pero francamente, poner o tomar como ejemplo las elecciones y las campañas que preceden ese día, al estilo de Estados Unidos, no solo sería una vergüenza sino el peor desatino que podíamos cometer. ¿Acaso ésta y cada una de las anteriores campañas y elecciones en Estados Unidos han sido muestra de democracia, cordura, interés por servir a la nación, programas, proyectos? Evidentemente no. Parece más una comedia burlesca, un vodevil, un sainete.
Por un lado un energúmeno despotricando contra los inmigrantes, proponiendo estupideces como el famoso muro, que además pretende lo paguen los perjudicados, los escándalos por su trato hacia las mujeres, la ostentación sobre su poder financiero y sin embargo está acusado de evasor reiterado de impuestos.
Por el otro una mujer que como Secretaria de Estado prácticamente intentó, y con algún éxito, revivir la Guerra Fría, y que como su igual y contendiente, despotrica también, pero esto es mucho más serio pues ofrece, “rodear a Rusia y a China con sus cohetes”, por decir solo una de las lindezas que se le ocurren. Si la Thatcher fue apodada la Dama de Hierro, esta versión corregida y aumentada, parece poseer la dureza de las aleaciones dignas de las naves espaciales.
Y cuando los dos se encuentran en los “debates”, un show tipo reality sin censura y pensado solo para público adulto, nos lo venden como el cuento de la Caperucita Roja cuando más bien parece una mezcla de Chuky y El Exorcista. Nada proponen, solo se la pasan sacándose trapos sucios, y nada nos puede llevar a creer en uno o en la otra, ya que a simple vista son manipulaciones del novísimo marketing, donde sí se aprecia en todo su esplendor “lo realmente defectuoso”, no solo su proceso eleccionario, o de sus contendientes, sino del sistema completo, esa entelequia que se llama democracia al estilo USA.
“Antes de las elecciones, el gobierno nicaragüense marginó a los candidatos de la oposición, limitó la observación interna en las urnas y el acceso a la cedulación... La decisión del gobierno nicaragüense de no invitar a observadores electorales internacionales independientes degradó aún más la legitimidad de las elecciones.”
El conejo hablando de orejas. Así que Nicaragua marginó a los candidatos de la oposición. Veamos. Resulta que como mínimo en estas elecciones de EEUU se presentaron otros doce candidatos. ¿Recuerdan haber oído siquiera un nombre, un programa, un proyecto, siquiera una aparición, con la excepción del  Bernie Sanders, a quien para colmo se le aplicó una zancadilla por las mismas gentes del Partido Demócrata debido a sus ciertos olores “socialistas”?
¿Por qué Estados Unidos se cree con el derecho a cuestionar que un país soberano como Nicaragua no haga las cosas al estilo USA? ¿Con qué derecho pueden criticarlo por no haber invitado a observadores electorales internacionales (y ahora viene la palabra clave) “independientes”? Latinoamérica sabe bien el significado que tiene esta última palabra en la  estrategia gringa de dominar el mundo.
“Seguimos presionando al gobierno nicaragüense para que mantenga prácticas democráticas como la libertad de prensa y el respeto a los derechos humanos universales en Nicaragua, en consonancia con las obligaciones compartidas de nuestros países bajo la Carta Democrática Interamericana.”
Prácticas democráticas como la libertad de prensa según la visión EEUU, que no es otra cosa que la libertad de empresa, cuyo fin es el lucro y no la información, la libertad del dueño de los medios de decir lo que les parezca y convenga a sus intereses y propósitos, todos los que estén bajo la sacrosanta sombrilla de la SIP (Sociedad Interamericana de Prensa) también conocida como el Sindicato de los Dueños.
¿Derechos humanos? El día que Estados Unidos inaugure la atención a los DDHH en su territorio nacerá una serpiente de un huevo de águila. (Gracias querido Maestro)
Y llegó por fin, lo que faltaba, la amenaza. Nicaragua, ahora bajo escrutinio del amo perfecto, la democracia perfecta, los líderes perfectos, las bombas, fusiles, tanques, cohetes y aviones perfectos, está obligada a obedecer las instrucciones del imperio so pena de que le apliquen la Carta Democrática Interamericana.
Confieso que no he leído íntegramente la susodicha Carta, pero hasta donde a saltos he leído, es una especie de corpiño bien apretado al que estamos sometidos por obra y gracia de los Estados Unidos y una buena cantidad de genuflexas momias, con contadas excepciones en minoría que no fueron tomadas en cuenta. ¿Dije corpiño? Me equivoqué, quise decir grillete.
“Estados Unidos mantiene una fuerte alianza con el pueblo de Nicaragua. Seguiremos trabajando a favor del pueblo de Nicaragua para lograr una Nicaragua más próspera, segura y democrática.”
¿Cómo dijo? ¿Fuerte alianza con el pueblo de Nicaragua? Este señor está perdido. Vocero, la fuerte alianza del pueblo de Nicaragua es con su Gobierno Sandinista, usted se quedó en 1855 con Guillermo Caminante, o William Walker como usted quiera, pero no se olvide de buscar otro nombre, Augusto César Sandino, le recomiendo esa lectura. ¿No le resulta familiar la palabra Sandinistas?

Y preparados hermanos nicaragüenses, el Vocero anunció que seguiremos trabajando… para lograr una Nicaragua más próspera, segura y democrática” faltó decir subordinada a nuestro gusto e intereses. 
Conocemos al pájaro, conocemos su deposiciones, tratarán de quebrarla, enviarán sus "contratistas" a crear inseguridad, y llenarán los bolsillos de sus testaferros, demócratas y  neoliberales con billetes verdes para comprar una democracia al estilo y semejanza de los deseos de Washington.  Así que ya saben, lo dijo el enviado del Emperador, tendrán injerencia para rato, porque éste, como el  perro huevero, aunque le quemen el hocico.

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