miércoles, 28 de octubre de 2015

A propósito de la paliza de hoy 27/10/2015 en ONU.



En esta nueva votación en ONU para exigir el cese del bloqueo impuesto a Cuba, la expectativa era el voto de EU, cómo votaría el imperio. Y resultó como hace meses advertí. 191 votos en contra del Bloqueo, el Mundo entero, 2 votos por mantenerlo. Uno del guapetón abusador y prepotente de la aldea global y el segundo del perrito faldero, Israel.

Lo que a mí me causa sorpresa es que haya alguien sorprendido por el resultado de la votación contra el Bloqueo.

No sabía si Obama iría por el SÍ, pero SÍ sabía que iba por el NO. No es mentiroso, simplemente él no es el que manda. Manda el poder oligárquico enquistado en la sociedad norteamericana a la que mantiene como rehén con el miedo al terrorismo del cual EU es el mejor ejemplo. Me pregunto si no sería ya hora que el resto del mundo, 191 países, hiciéramos un Libro Negro, declaráramos a EU oscuro rincón terrorista del planeta.
De todo lo parloteado por distintos personeros del imperio desde el 17/12 pasado, lo único que se apuraron por hacer fue lo de las relaciones diplomáticas. ¿Y por qué? Veamos.
Restablecer las relaciones diplomáticas fue más la puesta en escena de un teatro bufo, una grotesca careta para ocultar las reales intenciones de EU, que todos conocemos pero algunos callan mirando hacia el otro lado.

En más de dos Siglos EU nunca ha obrado con claridad, honestamente, no solo con América Latina, la que consideraban su patio trasero, sino con todo el mundo. 
En el caso del restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Cuba, EU confía sus diplomáticos podrán cumplir la misión que en su momento realizaba el espía disfrazado de contratista Alan Gross con la salvedad que ahora tendrían inmunidad diplomática, no podrían ser detenidos, procesados, juzgados y condenados. Error, cuando se atrevan, y recuerden se van a atrever, el peso de la ley caerá sobre ellos también.

El proceso de restablecer las relaciones diplomáticas EU hubiera querido fuera más expedito. Tan cerca ha estado la consumación de la apertura de embajadas en Washington y La Habana del obtuso y tozudo voto de hoy, que la opinión pública no puede evitar darse cuenta de la paradójica actitud de EU. Le salió el tiro por la culata. Han quedado en evidencia ante todo el mundo pues como siempre su política hipócrita esconde las mismas sucias intenciones.

La mayor debilidad de EU se hizo evidente hoy 27/10/2015 cuando de 193 países, 2 votan por mantener el bloqueo, clara señal que no solo ignoran la opinión pública mundial, sino que se creen los más iluminados del planeta, y el resto, los apenas otros 191 países estamos equivocados, clara señal que hay tanta prepotencia como ignorancia en el imperio.

El cinismo de la declaración del embajador de EU ante ONU es tan brutal que cuesta trabajo oírla y no saltar. Dijo su gobierno está comprometido con el desarrollo de los derechos humanos del pueblo de Cuba, pero como una pequeña muestra, hace apenas unos meses confiscaron el depósito hecho por Cuba para la compra de 250 marcapasos infantiles para niños operados del corazón. Linda forma de preocuparse de los derechos humanos.

A algunos comentaristas políticos les he oído decir que Obama declaró reconocer que la política del bloqueo no ha surtido el efecto esperado y es un error. Si hablamos de surtir efecto lo ha logrado y con creces, pues ha impedido el desarrollo integral del país, durante tantos años, que la mayoría de la población de Cuba nació y ha vivido bajo el bloqueo.

Lo que Obama declaró como inútil fueron sus métodos, el bloqueo es una parte de ello, pero dijo que sus objetivos se mantendrían. Lo dijo y la Casa Blanca lo registró en blanco y negro en un documento oficial. Y esos objetivos fueron, son y serán destruir la Revolución Cubana, es su manía obsesiva y recurrente.

Esa es y debe ser pues, la esencia de nuestro combate sostenido y sostenible para preservar la soberanía de nuestra Patria: no olvidar que declararon su política era obsoleta pero sus objetivos se mantendrían intactos.

jueves, 3 de septiembre de 2015

Corrupción e impunidad a propósito de la situación en Guatemala.

Corrupción e impunidad: Manoseo de los términos según el código moral de EEUU.


Con el escenario de fondo Guatemala, Estados Unidos vuelve a hablar de corrupción e impunidad. Llevo 71 años viendo y oyendo el discurso falso de todas las autoridades norteamericanos que tuve oportunidad de sufrir, desde Ike Eisenhower hasta hoy. Claman y reclaman por lo que dicen hacer, pero no se les enrojece el rostro ni un poquito por lo que realmente hacen. 
¿Existe alguna expresión más terrible de corrupción que todos los gobiernos de Estados Unidos hayan destinado ingentes fondos provenientes de los impuestos a los ciudadanos norteamericanos con el único y avieso propósito de liquidar a la Revolución Cubana y sus dirigentes mediante una disidencia insignificante y asalariada? Como pequeña muestra, para este año, los 20 millones que se dedicaron a la subversión en Cuba el pasado año, se han elevado a 30 millones, en medio de los procesos de restablecimiento de las relaciones.

Y lo segundo donde quiero hacer foco es en el tema impunidad. Es increíble el cinismo con que hablan de rechazar la impunidad como si, y con solo un ejemplo basta, la explosión de dos bombas atómicas sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, que hicieron desaparecer en segundos se estima que no menos de doscientas mil personas y jamás se ha oído ni escrito una palabra para juzgar y sancionar al agresor que haya concretado algo. Con el silencio cómplice por parte de las autoridades de la ONU, y el temor por parte de una buena parte de los gobiernos en cada etapa de su larga historia de fechorías, los Estados Unidos son, de largo, el país cuyos gobernantes no deberían ni abrir la boca cuando se habla de corrupción e impunidad.

domingo, 16 de agosto de 2015

Ni enemigos ni rivales, vecinos... pero llevémosnos bien.

"Ni enemigos, ni rivales, vecinos". John Kerry.

Por Elio R. García Reyes.

El Secretario de Estado John Kerry dijo “ni enemigos, ni rivales, vecinos”. Para que las cosas no se olviden con la euforia es bueno decir, puede que el Señor Kerry no lo sepa, pues todo esto empezó cuando él era muy pequeño, que NUNCA nos planteamos ser enemigos o rivales de los EEUU, lo que Cuba, la Revolución Cubana y el Gobierno de Cuba estuvo haciendo todos estos años fue defendernos de las constantes, sutiles o arteras, agresiones que tenían por fin RECUPERAR a la maravillosa Isla, que después de la intervención en la Guerra de Independencia para liberarnos del yugo español, fue el paraíso para los Estados Unidos.
A pesar de todos los sufrimientos, injerencias, vejámenes (marines orinando sobre la estatua de José Martí y otras lindezas) y agresiones militares, actos de sabotaje, y unas largas etcéteras, JAMÁS una sola bandera de los Estados Unidos fue quemada en suelo nacional.
Siempre tuvimos y tenemos un profundo respeto por el pueblo norteamericano, y a veces, es mi punto de vista, también un poco de lástima porque no se merecía algunos de los gobernantes que le habían tocado (el pueblo no elige directamente).
Con tantos temas de Derechos Humanos que los gobernantes de todas las épocas en Estados Unidos han tenido para preocuparse y ocuparse, llama la atención con ese tema respecto a Cuba. Nunca en la época de los Vilela, Somoza, Pinochet, escuchamos tanto la obsesiva consigna. No me canso de decir que el pueblo cubano nunca fue cobarde ni timorato, eso la historia lo recoge con claridad, y con la imprescindible y aislada disidencia, que siempre va a haber, si en Cuba se hubieran afectado los derechos humanos, si se hubiera restringido las libertades, el pueblo hubiera respondido con toda valentía.
El pueblo siempre estuvo y está claro que nuestras vicisitudes no responden a negligencia o mala fe de los dirigentes de la Revolución. Bien poco se puede hacer, más que sobrevivir, cuando la potencia económica y militar más grande y a la vez más abusiva, es la que tiene el dogal sobre un país que todo lo que ha hecho en más de 50 años es brindar a los demás pueblos, incluido el de los EEUU, nuestra solidaridad y colaboración, no dando lo que nos sobre, sino más bien muchas veces lo que no nos alcanza. Por lo tanto, aunque sería muy presuntuoso si pensara que el señor Kerry pudiera leer esta nota, si por casualidad pasara, le estoy recomendando que tome en cuenta todo lo que ha pasado entre nuestros dos países y que realmente trabaje por unas relaciones respetuosas y constructivas.
El Pueblo Cubano es un magnífico amigo, un gran colaborador, pero es muy mal siervo, no nos gustó, ni nos gusta, ni nos gustará que pretendan dominarnos y decirnos qué tenemos que hacer. Hay bastantes cubanos que saben exactamente qué es lo que tienen que hacer para que el país progrese y lo han demostrado porque han mantenido VIVO al país a pesar de todo.

jueves, 13 de agosto de 2015

En ocasión del 89 Aniversario de Fidel.


Lo que no me podía perder.

 














Mi nombre es Elio Raúl García Reyes, en unos días voy a alcanzar los 71 años pero como acostumbré a ver rotulado en los camiones en Cuba, ME109CITO.

Hoy es un día especial y pensaba, ¿qué tal si pudiera nacer este 27 de agosto de 2015 y no haber nacido ese día pero de 1944? ¿Qué cosa mejor me pasaría o qué me hubiera perdido?

Para empezar me detuve un momento en la primera suposición.

Después de pensar un instante llegué a la conclusión que no tenía la más remota idea de qué me iba a pasar, ni si sería bueno ni si sería malo. Así que nunca sabría si me iba a perder algo bueno o algo malo. Demasiadas variables confusas. Si te acuerdas de Hiroshima y Nagasaki, muy mal. Si ves cuanto va creciendo la Patria, muy bien, a pesar de todo lo que FALTABA todavía por hacer.

Entonces pensé en la segunda suposición, y decidí  hacer un recorrido por el camino andado, 71 agostos. Sin detalles, sin esforzarme, sin buscar, sin leer, solo lo que me viniera a la mente.

Nacer en agosto de 1944 me permitió creer que casi traje el fin de la Segunda Guerra Mundial, eso fue bueno. Pero también dos bombas nucleares acabaron en unos segundos con más de cuatrocientas mil vidas humanas cuando ya habían pasado tres meses que Alemania había capitulado, malo, solo compensado con la suposición que las millones de vidas perdidas significaron algo.

En los 50 a mis seis años llegó la televisión a Cuba y con ella los dibujos animados, era bueno, inolvidable el Gato Félix. Pero en el 52 el país, que ya estaba malo con Prío, se puso peor con un golpe de estado ejecutado por un sargento telegrafista ascendido meteóricamente a general sin combates, que no solo robó dinero sino la vida de más de 20 mil cubanos, la mayoría jóvenes no mucho mayores que yo, en ese entonces con 8 años, eso empeoraba lo que ya estaba malo, muy malo.  

Fue bueno haber conocido a mi abuela materna y a mi abuelo paterno, que como mambí combatió junto a Antonio Maceo por la Independencia. Malo que no conocí a mi abuelo materno ni a mi abuela paterna, vidas que se fueron cuando la medicina estaba más lejos que La Luna.

En el 53 cuando esperábamos celebrar orgullosamente pero con poco ruido el Centenario del Nacimiento de José Martí, la celebración se disparó por lo alto cuando un puñado de jóvenes con antorchas primero y después con maltrechas escopetas fueron a entregar sus vidas para que el sueño del apóstol no muriera: impedir a tiempo con la independencia de Cuba que los Estados Unidos no cayeran con esa fuerza más sobre las tierras de América, una mezcla de muy bueno por lo que se salvaba y muy malo por todas las vidas que costaría.

Ya estudiante de Bachillerato, casi sinónimo de revoltoso en esas épocas turbulentas, 1956 me trajo mis doce años. Novatadas estudiantiles, novias estudiantiles, música estudiantil, pero también peligros estudiantiles, y la sorpresa de un pequeño yate en tamaño con una carga humana gigante, tan grande que no cabía en la reducida embarcación. Todo muy bueno, las novias, la música y el yate cuerpo adentro, pero por fuera la represión más brutal y desmedida hacía el balanceo en que todos vivimos esos años. Esperanza y peligro.

1957 y 1958, años terribles. No recuerdo si odiaba más a la dictadura que a la geometría, o que digo, peor la química. Pero entre alegrías y novias, tristezas y muertes, junto al espíritu de los nuevos mambises que ya se hacía sentir... ¡Aquí Radio Rebelde!... también se fue forjando en la mayoría de los de mi edad una pequeña llama: es posible cambiar, y no puedo esperar a que otro lo cambie para mi, tengo que cambiarlo yo, tengo que cambiar yo. Era muy, muy malo, pero también era muy, muy, muy bueno: crecía, más por dentro que por fuera, aunque a decir verdad por fuera crecí bastante, para tristeza de mi viejita al ver mis pantalones casi a mitad de pierna y sin plata para comprar otro. Ahí se inventó el odioso pantalón bombacho, sinónimo de que eras un mocoso aunque tuvieras estatura.

Lo que antes más pequeño había visto sin entender ahora cobraba significado. Noche víspera de Reyes Magos de 1958 con mi padres, que eran Melchor, Gaspar y Baltasar al mismo tiempo, deambulábamos por la esquina de Reina y Galiano frente a los timbiriches llenos juguetes de todos los precios, cuando vi a un hombre, una mujer y dos niños pasar junto a nosotros. Creí que estarían buscando, como mi madre, comprar juguetes baratos pero enseguida la realidad me sacó del error.

Tendieron sobre el frío mármol del portal de una famosa peletería media docena de periódicos, se sentaron los cuatro sobre ellos y de una bolsa de papel de la Casa de los 3 Kilos, sacaron restos de comida que habrían estado recogiendo durante el día para su única y frugal cena nocturna antes de tratar de domesticar el duro suelo en un triste sueño. Muy malo, pésimo.

Todo eso me hubiera perdido de nacer en este 2015, pero no termina ahí. Cuando ya habíamos tocado más allá del fondo, una inusitada algarabía fue inundando las calles que no podía confundirse con los rezagos de la madrugada de Año Nuevo.
1959.
Entonces me pasó algo que por nada del mundo hubiera aceptado perder por intentar nacer en 2015. No era el hombre vuela a la luna, muy cuestionada su veracidad, no era internet, no antibióticos de cuarta generación, no computadoras, nada de eso. Ocho días de inseguridad y desconcierto después de la madrugada ruidosa y al mismo tiempo de seguridad, saber qué había pasado y era irreversible, pero no saber que pasaría en las próximas horas, días, meses.

Y el 8 de enero todo comenzó a aclararse.

Caminaba ese día por la calle 23 llegando a L, buscaba información para un trabajo de clases en mi tercer año de Bachillerato, y el revuelo de un carro de control remoto de la televisión, de CMQ Televisión de los Goar Mestre, decenas, cientos, miles de gentes correteaban por las calles siguiendo a unos vehículos militares. La columna se detuvo brevemente, tiempo suficiente para ver a un hombre de gran estatura, una gran barba y una gran sonrisa, hablaba. Lo había visto en caricaturas de Bohemia, siempre haciendo alusión a una ruta de ómnibus de la Habana de entonces que tenía el número 30, y ruta que iba... a la Sierra, un barrio habanero del municipio de Marianao, pero que sin tapujos nos incitaba a transpolar el barrio con la Sierra Maestra real, de donde venían estos barbudos armados.

Ahí y entonces fue que por primera vez comprendí, y 55 años después me he estado confirmando a mi mismo cada agosto, que lo único que si no me hubiera perdonado jamás perderme fue conocer a Fidel y vivir su época.

Quito, 13 de agosto de 2015.

miércoles, 15 de abril de 2015

Diferencias Significativas



“Diferencias Significativas”.

 Por Elio Raúl García Reyes


Obama habló en la VII Cumbre sobre que se mantendrán las “diferencias significativas” que podría resumirse en: por un lado el capitalismo (despiadado) y otro el socialismo (imperfecto, perfectible y perfeccionándose), aunque no es saludable reducir esas diferencias a solo un par de conceptos, que abarcan mucho pero no son suficientes.


Las “diferencias significativas” no son, ni han sido nunca, un problema insalvable, ni entre las personas ni entre los países, sobre todo cuando las personas, y los países, se respetan.


Donde realmente está el problema es qué hace cada uno frente a las “diferencias significativas” del otro.


Si se enfrentan esas diferencias mediante una actitud que intente que el otro “cambie”, a las buenas o a las malas, este último procedimiento el favorito de ciertas potencias, no habrá paz ni entendimiento. No tenemos derecho a pensar que el otro debe hacer las cosas como nosotros pensamos y queremos. Tenemos derecho a discutir, que no es pelear, para encontrar mutuamente que nos une y reducir al máximo la influencia de lo que nos separa, sobre todo en el ámbito interno de un país.


Si Estados Unidos quiere priorizar la hegemonía del capital sobre el ser humano es decisión de los norteamericanos que lo acepten o no según sus criterios como nación y Cuba no se lo cuestionaría ni le propondría que cambie, y mucho menos subvertiría el orden interno de esa nación para lograrlo. Por supuesto que tampoco se nos ocurriría invadir a Estados Unidos o aplicarle un Bloqueo. A nosotros nos parece que el sistema electoral norteamericano es un caos que no tiene ni pies ni cabeza, pero no tenemos derecho a decirle a los norteamericanos que su idea de democracia es errónea, es un problema de ellos analizarlo, entenderlo o no, decidir.


Si Cuba quiere construir el socialismo, si quiere que todo cubano y cubana tenga el derecho privilegiado de acceder a la educación, a la cultura, al deporte, a la alimentación adecuada, a una vivienda y un trabajo decoroso, a elegir a sus dirigentes democráticamente, en unas elecciones que se basan en la  postulación de candidatos en las circunscripciones, es decir, en el barrio, donde todos nos conocemos, donde el que proponen los vecinos y vecinas, no es un desconocido, y desde esa instancia los electos llegan a las Asambleas del Poder Popular del Municipio, después a la Provincia y por último a la nación, donde el diputado a la Asamblea Nacional no recibe un sueldo, porque tiene el salario de su trabajo, no creo que ningún norteamericano deba intervenir para decirnos que eso está mal, y menos si se es un espía disfrazado de contratista con planes subversivos, un matón de la mafia pagado para asesinar a un presidente, un embajador que pone y quita presidentes (lo último que nos hizo saber Ecuavisa es que cuando los forajidos dijeron “fuera todos” algunos fueron a “consultar” a cierta embajadora “joyita” para que les dijera qué hacer y a quién poner, alguien que contara con su beneplácito).


Tampoco es bueno que a nuestras espaldas se prepare y ejecute una invasión, que justamente empezó un día como hoy de 1961, se nos coloque en una lista negra por apoyar el terrorismo, lista hecha por quienes son famosos en ese tema del terrorismo. No es aceptable por ningún concepto que por cambiarnos se emplee a un asesino que se jacte por haber hecho explotar un avión en pleno vuelo con 73 personas a bordo y se pasee como un héroe con toda impunidad.

No nos gusta ni un poquito que por no estar de acuerdo con la forma en que pensamos nos confisquen el dinero que depositamos para adquirir marca pasos para niños con afecciones cardíacas. Si nos da la gana de darle gratuitamente esos marca pasos y todas las medicinas costosísimas necesarias durante el resto de su vida a los pacientes que han recibido un trasplante de corazón, nadie en el mundo debe cuestionar nuestra decisión y nuestro derecho. Y nada de eso tampoco debería ni podría pretenderlo un Congreso o un Presidente por muchos aviones, submarinos, tanques, soldados y cohetes que posea, porque viola el elemental principio de derecho internacional: la autodeterminación.


Si el enfoque que Estados Unidos quiere dar al tema de las “diferencias significativas” consiste en respetar esas diferencias, bienvenido, habrá paz y buenas relaciones de todo tipo. Si pretende establecer relaciones diplomáticas para tener libertad de “influir” para moldear a los cubanos para que sean, hagan y piensen como los norteamericanos, están completamente equivocados, y no habrá paz.


Yo sé que va a costar mucho trabajo y mucho tiempo porque esa nación se construyo bajo esos principios, creyéndose ser, como algún presidente que se autoproclamó tocado y mandatado por Dios para combatir el terrorismo, la nación “elegida” para dominar el mundo.


Por nuestra parte, es deber de todos los cubanos y cubanas, tal como reza un verso de una popular canción de la Nueva Trova, recordar que “la gloria que se ha vivido” tiene más de 50 años, pues comenzó a tejerse desde 1868, con Carlos Manuel de Céspedes, abonada por Antonio Maceo, elevada al más alto escalón por José Martí en 1895, luchada por Julio Antonio Mella, Rubén Martínez Villena en los años 30 del pasado siglo, y conquistada por la gloriosa Generación del Centenario, encabezada por Fidel, apoyada y continuada por Raúl, por mucho que le duela a algunos. Y esa gloria se consolida y crece con cada ciudadano que quiere, desea y lucha por decidir qué quiere y cómo quiere que sea su país.

La paz se construye y se mantiene cuando se respeta el derecho del otro a decidir su propio camino. Tengamos paz. Ah, y sin Bloqueo.

 

miércoles, 8 de abril de 2015

¿Qué buscan los Estados Unidos?

 

 

 

 

¿Qué buscan los Estados Unidos con el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Cuba?


No se concibe la existencia de relaciones diplomáticas oficiales, formales entre dos países y que persista un inhumano, ilegal, contrario a toda norma de derecho internacional y de derechos humanos como el Bloqueo Económico, Comercial y Financiero que Estados Unidos impuso a Cuba por el solo crimen de amar su libertad, independencia y soberanía.
Yo confío absolutamente en las decisiones que tomen tanto los dirigentes históricos como las nuevas generaciones de Cubanos, con mayúscula, pero si fuera yo jamás aceptaría una relaciones diplomáticas en ese marco.
En primero lugar por principios. En segundo lugar porque lo que realmente persigue la cúpula gobernante de Estados Unidos (que posiblemente Obama sea el mochilero a la hora del almuerzo en esa cofradía) no tiene que nada que ver con la supuesta y anunciada comprensión por Washington de lo equivocada y obsoleta de su política hacia Cuba (y hacia todos los gobiernos progresistas del mundo, en particular nuestra América, Uruguay, Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, Venezuela, Nicaragua, Cuba y otros).
Solo hay que ver el reciente pataleo ridículo de declarar a Venezuela una amenaza para la seguridad de Estados Unidos.
En realidad la pretensión imperialista por el restablecimiento de las relaciones diplomáticas pretende realmente evitarse que otro Allan Gross, eufemísticamente llamado contratista, en realidad un espía bajo fachada santurrona, sea descubierto, detenido, juzgado y condenado por atentar contra la seguridad del Estado Cubano, y como un espía, sin inmunidad diplomática.
En su lugar algún emplumado y oficioso “diplomático” se encargaría libremente de subvertir el orden que han escogido la inmensa mayoría de los cubanos y cubanas, amparado por el caparazón de la inmunidad, recorriendo el país llevando su mensaje de “paz”, “derechos humanos” y “sociedad civil”, lindas palabras que difícilmente engañen a nadie que no quiera ser engañado, al estilo de la NED y “otros”.
No puedo olvidar las palabras del discurso de Obama y el texto que publicó la Casa Blanca, reconociendo que sus “métodos” no le dieron “resultados” pero se mantiene su “objetivo perdurable”.
De un programa humorístico radial cubano, le robo la expresión a Estelvina y la cambio un poco: “¡Qué gentuza caballeros, qué gentuza!”

Glosario de términos de la diploma-CIA estadounidense.

“Métodos” (dígase Bloqueo, sabotajes, intentos de asesinatos, voladuras de aviones en el aire, Invasión de Playa Girón, guerra biológica, listas negras, bandas mercenarias, Operación Peter Pan, golpes de estado, dispensar graciosamente el dinero del contribuyente norteamericano para desestabilizar gobiernos “no dóciles”, etc)

“Resultados” (a pesar del bloqueo la población cubana es una de las de mejor índice de salud, educación, cultura, con su propio esfuerzo, y que a pesar de sus limitaciones ha tenido el tiempo y la voluntad de llevar maestros y médicos a decenas de países y también, ¡como no!, nuestros soldados al África para colaborar en la defensa de la independencia de pueblos hermanos, recibir a estudiantes de países hermanos como becarios, incluso jóvenes de bajos recursos, marginados, de los propios Estados Unidos, la enorme solidaridad de nuestro pueblo hacia países no solo de nuestro continente, el ejemplo de virilidad que ha demostrado Cuba, y sobre todo el ejemplo de que aún en esas condiciones, si hay una voluntad política y no solo de los dirigentes, se puede vencer la adversidad).
“Objetivo perdurable”: Ya se sabe, es sencillo. Quieren que todo el mundo, no solo Cuba, hagan, digan, piensen, coman, bailen, se diviertan, sufran, gocen, hagan las elecciones, entiendan lo que es “democracia”, derechos humanos y todo lo demás que se puede hacer en la vida  al incomparable, y maravilloso estilo del  “american way of life”.